Dice la ley de Murphy que si hay algo que pueda salir mal, saldrá mal. Por ejemplo, dicen que la probabilidad de que una rebanada de pan untada de mantequilla caiga con el lado de la mantequilla hacia abajo, es proporcional al precio de la alfombra. Tambien dicen que los gatos caen siempre de pie. Por lo tanto, si amarramos un pan con mantequilla a la espalda del gato, nadie sabe qué puede suceder.
Esta ley podria parecer una broma, pero es el pilar básico de cierto estilo de programación llamada "programación robusta". Este estilo de programación lo que pretende es pensar en las posibles vulnerabilidades de un programa o sistema y corregirlos para que no se produzcan. Un programador que use este estilo parte de la premisa de que el programa lo va a utilizar un inepto o peor aún, un vándalo, y por lo tanto intenta atar todos los cabos. Para que se entienda mejor, vamos a poner una ilustración: imaginemos que queremos contratar a una tejedora con experiencia para hacer bonitos jerseys. Se presentan en la entrevista dos mujeres con mucha experiencia, pero cada una esta acostumbrada a tejr de una forma distinta. La primera teje sumamente rápido, y es capaz de hacer 10 jerseys al dia sin despeinarse. La segunda teje algo más lento por lo que para hacer la misma cantidad de jerseys tendriamos que contratarla más horas a la semana, pero a diferencia de la primera, esta no deja hilos sueltos de los que podamos tirar y cargarnos el jersey, por lo que podriamos vender los jerseys a mayor precio y con mejor calidad. ¿Cual contratariais?...
Pues la tendencia actual es a contratar al programador rápido envez de al meticuloso y encima pagandoles una autentica miseria. Enfin...
domingo, 1 de marzo de 2009
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